Es un subcampo del machine learning que utiliza redes neuronales con muchas capas (por eso “deep”, que significa “profundo”). Estas redes neuronales tratan de simular el comportamiento del cerebro humano con el fin de “aprender” de grandes cantidades de datos. Es una tecnología clave detrás de la conducción de coches autónomos,
permitiendo que reconozcan un peatón o una señal de stop.